UVCulturaUV Logo del portal

r nieves torralba

Centre Cultural La Nau. Sala Oberta.

 

© Nieves Torralba
 
 
 
 
 

 

 

 


r, título de esta exposición, se nos ofrece como una cifra, como signo (dicho sea sin olvidar -muy al contrario- su cualidad icónica) que introduce un juego semántico en la percepción del conjunto de obras que ahora se presenta. Se trata de un juego indeterminado, sugerido únicamente por ser esta letra la inicial de una serie de palabras que se van convocando (raíz, rama, rito, recuerdo, roturar…) y de cuyas múltiples connotaciones (pues tal es el ámbito de intervención de esta propuesta) la artista espera propiciar una recepción activa de lo expuesto por parte del espectador, confiando en las posibles asociaciones de toda índole (emotiva, intelectual…) que pudieran despertarse o activarse en su pensamientot.


Hablando con la artista, me explicaba de qué modo suele trabajar –en un primer momento- delante de las plantas (analizándolas, estudiándolas, interiorizándolas), para luego elaborar su propia versión de las mismas, como recomendara Henri Matisse proceder a sus alumnos ante los modelos. Una versión que no pretende ser copia, ni tampoco interpretación (expresiva, manierista), sino que busca establecerse como verdad plástica per se, autónomamente, sin necesidad de una validación referencial (analógica) concreta –en línea con la máxima propuesta por Paul Klee: “el arte no reproduce lo visible; hace visible

 

 

 

 

© Nieves Torralba

 

 

 

 

La simplificación de la morfología de las plantas, donde todo queda reducido a unos elementos primordiales, es el resultado de su voluntad de conseguir una síntesis formal elocuente, válida en sí misma -como hemos dicho ya-; bella por sus propiedades graficoplásticas y compacta en su definición. Los encuadres empleados (en los que los motivos ocupan una buena parte de la superficie, como si de monumentales fragmentos se tratara) son indicativos de la fijación e interés –antes comentados- con los que la artista se/nos aproxima a las flores, y contribuyen a potenciar esa sensación de rotundidad en sus dibujos; todo se ofrece a la vista con el mismo grado de nitidez y concreción, sin concesiones hacia lo fenoménico ni a efectismos de índole retórica. El modelado de los tallos es formulario y elemental, pero suficiente para sugerir esa corporeidad de la que la artista no quiere privar a su flora; a pesar de la innegable homogeneidad de su definición (fruto de una paciente labor donde la suma de líneas va urdiendo la escala el grises que sugieren el volumen), una contemplación detenida de este tratamiento nos permite advertir, sin embargo, el itinerario seguido por su mano a la hora de pensar (conceptualmente), recorrer (sensorialmente) y construir (gráficamente) las formas.

 

Sus dibujos parten siempre del supremo contraste entre el negro del grafito o la intensidad tonal que le proporciona la punta de plata y el blanco del papel . El modelado, aun con variadas gradaciones debidas a la diferente presión e insistencia ejercida con aquellos utensilios y a las distintas calidades que cada uno de estos materiales le proporciona, es firme, casi me atrevería a decir duro, en la línea de aquella definición volumétrica que fuera característica de cierta figuración del tiempo de las vanguardias.
 

Junto al empleo de procedimientos tan tradicionales como la punta de plata o el grafito, Nieves Torralba se ha servido también de la tecnología digital para dibujar/imprimir sus trabajos, ampliando con ello el horizonte de sus posibilidades a diferentes niveles.


De igual manera, los dibujos que la artista ha realizado directamente sobre las paredes de la sala de exposiciones se benefician de la incorporación de esa tridimensionalidad como un elemento más de la obra; aspecto éste significativo, por cuanto añade de ilusión ambiental a su proyecto, convirtiendo el conjunto en una suerte de jardín envolvente que, a nivel dialéctico, establece un contexto muy idóneo para el caso. La convivencia de distintos planteamientos en torno a una misma temática permite que advirtamos el alcance de su propuesta desde una perspectiva ciertamente enriquecedora..


Victor Zarza. Comissari.

 

 

 

 

 

© Nieves Torralba